Radicchio al grill con toronja, naranja y aguacate
Cuando diagnosticaron a Rafa y le dieron todas las indicaciones para su tratamiento, le dijeron –entre muchas otras cosas- que tenía que comer sano y cuidar su alimentación. Entre esos cuidados mencionaron evitar alimentos crudos, frutas o vegetales mal lavados y comer en la calle para evitar contaminación. Pero todavía quedaba una pregunta en el aire: ¿Qué es comer sano? Muchas veces se asume que todo el mundo sabe lo que es comer sano, y aunque muchos sí sepan, hay una gran parte de la población que no lo tiene tan claro. Pregúntenselo ustedes. Tal vez algunos lo asocien a dietas que han hecho para perder peso, otros a lo que comían cuando de niños se enfermaban, o recuerden la famosa pirámide alimentaria que nos enseñaron alguna vez en el colegio. No muchos saben, por ejemplo, que esa pirámide fue sustituida por My Plate/Mi Plato hace unos años, debido a la cantidad de quejas que recibió porque se creía estaba muy influenciada por la industria de alimentos. Este nuevo modelo fue replanteado por la escuela de salud pública de Harvard, y en su versión indican que en un plato sano deben predominar los vegetales y éstos estar acompañados de grasas buenas, frutas, cereales enteros, proteína y agua. Invita a evitar las grasas trans, el azúcar añadido, las carnes procesadas y limitar el consumo de lácteos y carnes rojas. Lo cierto es que la respuesta a qué es comer sano para cada paciente o personas en general, termina estando en la educación que tuvo con respecto a la alimentación y, a menos que haya estado en contacto con nutricionistas o personas bien informadas y actualizadas en el tema, ésta se apoya de las tradiciones y costumbres de cada familia, que pueden o no ser beneficiosas para la salud.
Para comer sano es necesario leer, investigar, educarse, mantenerse actualizado y sobre todo estar en contacto con nuestro cuerpo y escucharlo. Si bien es delicado que se asuma que todos sabemos lo que es comer sano, no es responsabilidad de más nadie sino de nosotros aprenderlo. Lo mismo aplica a aquello de escuchar a nuestro cuerpo. No hay materia del colegio ni de la Universidad en la que nos enseñen a hacerlo, y en casa tampoco es común que suceda. Una buena alimentación puede ser la clave para la recuperación exitosa de un cáncer, de una gripe y hasta de una simple alergia. Está en nosotros darle la importancia que merece, más allá de si el médico se la da o no, y por supuesto en el trabajo responsable de los nutricionistas, quienes son los verdaderos especialistas en el tema y el vínculo entre la ciencia y nosotros, los mortales.
Vayan a especialistas, cuestiónenlos también, lean, conózcanse, siéntanse, desarrollen su instinto, coman sano pero háganlo rico, que les haga agua la boca y les atrape la mirada.
Descargo de responsabilidad: utilicen este blog como fuente de inspiración, no como una guía de alimentación. Por ejemplo, esta ensalada no tiene proteína ni cereales o fuentes de carbohidratos. Agréguenle tofu, garbanzos, quinoa o acompáñenla con un pollito y arroz integral. Ustedes me entienden.
ENSALADA DE RADICCHIO AL GRILL
Ingredientes:
½ cabeza de radicchio
1 cucharada de aceite de oliva
1 naranja
½ toronja
½ aguacate
Hojas de albahaca
Vinagre balsámico
Sal marina
Preparación:
Lava bien y corta el radicchio en cuartos. Calienta un sartén o grill y añade el aceite de oliva. Una vez esté bien caliente, añade el radicchio por partes. Deja cocinar por 30 segundos o hasta que se vea durado o ligeramente chamuscado. Repite el proceso con el resto.
Corta supremas de toronja y haz lo mismo con la naranja. Exprime el corazón de la naranja en un bowl y reserva su jugo. Rebana el aguacate y reserva.
Construye la ensalada y sirve con el jugo de naranja como aderezo junto con vinagre balsámico y sal marina. Añade hojas de albahaca. Como el radicchio es amargo, también puede servirse con una vinagreta o aderezo de miel, para darle un toque extra dulce.