Tarte tatin de tomates
La tarte tatin es una tartaleta originalmente de manzanas que se caramelizan con mantequilla y azúcar, se les pone por encima una masa cruda y se hornea así, al revés. Una vez lista se voltea quedando la masa por debajo y las manzanas por arriba. Es un postre clásico francés que aunque es un poco intimidante, en realidad es muy fácil de hacer. Pero el principio de la tarte tatin no tiene por qué limitarse a manzanas y tampoco a postre. La primera vez que probé la tarte tatin de tomate fue con una receta de Ottolenghi (ya sé que lo menciono como una vez al mes). Esa receta mezcla tomates cherry con papas y no sólo es bella sino divina. En estos días quise prepararla pero a falta de papas me limité a los tomates. Terminé haciendo una versión diferente y más sencilla pero espectacular. Se puede preparar con masa de hojaldre de la que venden lista congelada o se puede hacer la masa desde cero. Aquí utilicé una masa de galette con harina integral muy sencilla y rápida y que puede hacerse con otros tipos de harina también. Funciona para brunch, como acompañante, como plato único e incluso como parte de una merienda. Algunas ideas: servirla con algún queso suave como el de cabra, mozzarella o burrata e incluso con yogurt griego.
Tarte tatin de tomates
Receta de la masa de Bon Appétit y relleno adaptado de NYT Cooking – Para 2 personas
Ingredientes:
Para la masa: (Se puede sustituir por masa de hojaldre lista)
1 taza de harina de trigo
1 taza de harina integral de trigo
1 cucharadita de sal
¾ tazas de mantequilla picada en cubos y fría
1 cucharada de vinagre de manzana (o blanco)
¼ taza de agua helada
Para el relleno:
½ cebolla
1 cucharada de aceite de oliva o mantequilla
¼ taza de azúcar, miel o el equivalente en endulzante
3 cucharadas de agua
½ cucharadita de vinagre de manzana
2 tazas de tomate cherry
Sal y pimienta al gusto
Hierbas frescas para servir
Preparación:
En un bowl combina las harinas y la sal. Agrega la mantequilla fría y con tus manos incorpórala a la harina, presionando casa cubito hasta obtener una mezcla arenosa, con algunos pedazos de mantequilla más grandes que otros. Añade el vinagre y el agua y mezcla bien hasta formar una masa quebradiza. Cúbrela con papel envoplast y llévala a la nevera a reposar por 30 minutos. Una vez reposada, estira la masa con un rodillo en forma circular y del diámetro del sartén o molde en el que vayas a cocinar las cebollas y tomate. Mantenla en la nevera. Es posible que sobre masa. Vuélvela a envolver y congélala para otra preparación.
Mientras tanto precalienta el horno a 400ºC.
Pica los tomates por la mitad y reserva. Rebana las cebollas y llévalas a un sartén antiadherente pequeño (que pueda ir al horno ) con la cucharada de aceite de oliva. Cocina a fuego muy bajo por 20 minutos o hasta que las cebollas estén doradas y hayan empezado a caramelizar. Retíralas del sartén. Allí mismo agrega el azúcar y agua y deja derretir. Cocina 5 minutos o hasta que empiece a tornarse de un color dorado. Añade el vinagre y mezcla bien. Agrega los tomates y arréglalos en todo el fondo del sartén. Sazona con sal y pimienta. Añade las cebollas y apaga el fuego. Cúbrelo todo con la masa y dobla los bordes hacia adentro del sartén. Lleva el sartén al horno y hornea por 30 minutos o hasta que la masa esté cocinada y dorada.
Retira del horno. Pasa un cuchillo por el borde de la masa para asegurarte de que esté despegada y con mucho cuidado, pero rápido, coloca un plato o bandeja sobre el sartén y voltea la tartaleta. Retira el saryén con cuidado. Si algún tomate quedó en el sartén simplemente arréglalo sobre la tatin. Puedes servirla caliente o fría con hierbas frescas -como albahaca o tomillo- por encima y acompañado de quesos suaves como cabra o burrata o de yogurt griego.