Les voy a echar un cuento. En estos días preparando una producción decidí buscar un pan de pretzel para una hamburguesa que haré para unas fotos. Recordé haber visto que una panadería muy famosa en Caracas lo hace así que fui a encargarlo. Mientras anotaban mi pedido comenté que lo necesitaba para una foto y comenzó el espectáculo. Que si ese pan no podía aparecer en fotos, que era un pan exlusivo para sus influencers y un restaurante –aunque igual me lo iban a vender- que había una serie de reglamentos, que debía mencionarse al sitio y pagar un precio especial de otorgarme el permiso por ser los únicos que lo hacen , cosa que dudo sea así (imagínense si el señor de las lechugas, del tomate y del queso para la hamburguesa se pusieran con la misma). Incluso al preguntar si yo compraba el pan para mi consumo personal o para mi blog podía subir una foto me dijeron que no. Total que les di mi número para que pasaran la solicitud y me fui. Nunca me llamaron, por supuesto. Señores: estamos hablando de un pan. El alimento más noble y más popular en el planeta. Así que decidí hacer mi pan de pretzel y además compartirles la receta, por si en algún momento les provoca hacerlo, comerlo y fotografiarlo para cualquier tipo de fin, sin que ninguna panadería, alemana o no, les tenga que dar permiso. ¡Por un pan libre para todos! Que lo disfruten.

PAN DE PRETZEL

Receta ligeramente adaptada de Leites Culinaria

Para 10 panes

Ingredientes:

500g de harina panadera

7g de levadura instantánea

2 cucharaditas de sal

1 cucharada de malta diastásica (opcional)

300ml de agua tibia

42g de mantequilla derretida

Agua fría

54g de bicarbonato de sodio

1 huevo

Sal gruesa

Preparación:

En un bowl grande mezcla la harina, levadura, sal y malta diastásica. En otro bowl mezcla el agua tibia con la mantequilla e incorpora a la mezcla de la harina. Mezcla bien hasta formar una masa. Lleva la masa a una superficie limpia y enharinada. Amasa por 5 minutos hasta obtener una masa suave y ligeramente elástica, pero no pegajosa.

Deja la masa reposar en un bowl limpio cubierto con una toalla en un lugar cálido por una hora, hasta que crezca el doble de su tamaño.

Retira la masa del bowl y llévala nuevamente a una superficie limpia. Golpea para retirar el exceso de aire y forma 10 bolitas de 82g cada una aproximadamente. Colca una bolita en la palma de tu mano y con la otra presiona de manera de formar una cúpula. Cierra los bordes inferiores pellizcando para eliminar cualquier pequeña abertura y coloca sobre una bandeja con lo que sería la parte cerrada hacia abajo. Repite el proceso con todas las bolitas. Cúbrelas con una toalla limpia y deja reposar 20 minutos más.

Precalienta el horno a 450ºC. Llena la mitad de una olla grande con agua fría y añade el bicarbonato. Lleva el agua a un hervor y sumerge dos de las bolitas. Cocina por 30 segundos y voltéalas para cocinar por el otro lado durante 30 segundos más. Con una espumadera y con mucho cuidado de no aplastarlas, retíralas del agua y colócalas sobre una rejilla para que se sequen. Repite el proceso con las demás.

Mientras tanto bate un huevo con un chorrito de agua en un bowl pequeño.

Coloca las bolitas ya secas en una bandeja para hornear cubierta con papel antiadherente o con un silpat. Con una brocha pinta la superficie de todos los panes con una brocha de cocina y con un cuchillo afilado forma una cruz en cada una que no llegue a ser muy profunda. Añade un poquito de sal gruesa por encima de cada uno.

Hornea los panes por 15-20 minutos o hasta que estén bien dorados, rotando la bandeja a mitad de cocción.

Deja los panes reposar por unos minutos y están listos para comer.