Desde que estudié cocina mi mentalidad sobre los ingredientes cambió. Si a eso le sumamos vivir en comunismo con una hiperinflación atroz, pues esa mentalidad se reforzó y afianzó. El tema del desperdicio realmente me lo inculcaron en mi casa. Siempre me ha parecido un pecado botar comida. Pero después de estudiar cocina farm to table me di cuenta que incluso con esa mentalidad, siempre botamos demasiada comida. El tallo del brócoli, leche que apenas está un poco agria, la piel de la papa, el tope de los tomates, el calabacín arrugado, los vegetales cuando hacemos caldo, y así podría seguir un rato más. Todo esto es comida que alimenta, que tiene igual sabor y que simplemente hay que meterle un poquito más de creatividad para trabajarlas. Además ayudamos al ambiente y al bolsillo, aprovechando al máximo todo lo que se produce y también todo lo que compramos. Una gran amiga, compañera de clases de cocina por cierto, todos los viernes publica datos sobre el gran desperdicio de alimentos que existe en Estados Unidos y los acompaña con alguna receta con ingredientes que estén dañándose en su cocina para evitar botarlos. Hace poco compartió tres recetas utilizando los tallos del kale. Si han preparado este vegetal, sabrán que el tallo generalmente se bota porque es muy duro. Gracias a Sarah entendí que hay muchas recetas que se pueden hacer, así que empecé a congelar los tallos hasta tener suficientes para hacer esta receta. Es un chimichurri hecho más o menos con la receta tradicional pero agregando estos tallos blanqueados junto con el perejil y algo de cilantro (porque lo amo). Sirve para acompañar carnes, choripanes, pollo, pescado, vegetales e incluso como dip con unos casabes o galleticas. Dura bastante en la nevera y es muy sencillo de hacer (y si quieres tips para preparar una buena carne, vayan a mis historias destacadas de instagram que compartí unas cuantas). Los invito a aprovechar de una manera más inteligente los alimentos que compren. Piensen que la cantidad de comidas extra que pueden preparar, en lo que se ahorran, en lo que cuidan el ambiente, en lo que respetan el trabajo de los productores y en ser más agradecidos con la tierra.

CHIMICHURRI DE KALE

Para 2 tazas de chimichurri aproximadamente

Ingredientes:

1 ½ tazas de perejil fresco

6-8 tallos de kale

½ taza de cilantro

8 dientes de ajo

1 cucharada de pimentón en cuadritos

¼ taza debolla picadita

½ taza de aceite de sabor neutral

2 cucharadas de vinagre blanco

1 cucharadita de orégano

½ cucharadita de ajo en polvo

¼ cucharadita de comino en polvo

Sal y pimienta negra recién molida al gusto

Preparación:

Llena la mitad de una olla con agua y llévala a un hervor. Una vez hierva, añade el perejil, cilantro y tallos de kale por unos 20 segundos. Retíralos del agua y colócalos en un bowl de agua con hielo para parar la cocción. Cuela y exprime bien el agua.

En un sartén calienta un poquito de aceite de oliva y saltea el ajo, pimentón y cebolla hasta que estén suaves.

En un procesador de alimentos tritura los vegetales blanqueados y los salteados junto con el aceite, vinagre, orégano, ajo en polvo, comino, sal y pimienta. Prueba y corrige sazón si es necesario. Puedes añadir más o menos aceite, más o menos vinagre y más o menos ajo según tu gusto. Guarda en un frasco en la nevera.