Pasta de garbanzo con crema de albahaca
Hace un tiempo estuve publicando varias recetas con harina de garbanzo pero quedó pendiente la que más quería probar: pasta de garbanzo. Creo que una parte de mí sabía que sería retador y por eso la evité un poco. Pero la verdad es exactamente el mismo proceso de hacer pasta normal, e incluso más sencilla porque no hay que amasar tanto. El reto aquí, a mi parecer, es lo delicada y suave que queda esta masa. No sé si es producto de la harina que yo utilicé que es bastante artesanal o si será lo mismo con cualquier tipo de harina de garbanzo. Pero como acá estamos en una onda más relajada, comparto esta receta tal cual la hice y también las complicaciones que encontré en el proceso mientras la exploro más.
Inicialmente quise hacer unos tortelloni de garbanzo rellenos con una crema de hongos y ricotta. Esa receta no funcionó. Al ser una masa tan delicada no se puede estirar demasiado, por lo que para pasta rellena termina siendo un poco dura y cansona. Así que me fui por lo seguro y probé los tagliatelle a la manera de My New Roots, con una salsa a base de yogurt y albahaca. Es una receta muy sencilla, bastante sana y funciona con diferentes salsas. Anímense a probarla. Al final es una receta para practicar la paciencia, el amor y la delicadeza. Ganar, ganar.
PASTA DE GARBANZO
Receta adaptada de My New Roots
Para 4 personas
Ingredientes:
Para la pasta:
300g de harina de garbanzo
3 huevos batidos
1 cucharadita de sal
1 cucharada de aceite de oliva
Para la salsa:
2 tazas de albahaca fresca
1 taza de yogurt griego natural
3 cucharadas de ricotta
1 cucharada de aceite de oliva extra virgen
Sal y pimienta al gusto
Pan rallado tostado o croutons para servir
Preparación:
Para la pasta coloca la harina junto con la sal sobre un mesón limpio y abre un hueco en el centro, a modo de volcán. En el centro coloca los huevos junto con el aceite de oliva y utilizando un tenedor ve mezclando poco a poco los huevos junto con la harina hasta formar una mezcla sin grumos parecida a la mezcla de panqueca. Termina de cubrir la mezcla con el resto de la harina y amasa con las manos hasta formar una masa suave. Si está muy pegajosa añade 1 cucharada de harina extra y repite hasta llegar a la consistencia suave que no se pegue. Por el contrario si la sientes un poco seca, añade 1 cucharada de agua a la vez. Cubre con papel envoplast y deja reposar mínimo 30 minutos.
Para estirar la masa puedes utilizar una máquina de pasta o un rodillo. Esta masa es muy delicada y se rompe fácilmente, por lo que quizás un rodillo es más sencillo. Forma un rectángulo largo lo más delgado que puedas sin que se rompa la masa, añadiendo más harina al mesón y al rodillo para evitar que se pegue. Corta en tiritas para formar tagliatelles.
Lleva una olla con agua y suficiente sal a un hervor y cocina la pasta por 3 minutos o hasta que esté al dente. Si la prefieres más suave cocina máximo un minuto más para evitar que se deshaga. Cuela y sirve con la salsa de tu preferencia.
Para esta pasta yo hice una salsa cremosa de albahaca. Blanquea la albahaca pasándola por agua hirviendo y llevándola a un bowl de agua con hielo para para la cocción y mantener el color. Retira del agua y exprime bien. Lleva la albahaca a una licuadora o procesador de alimentos junto con el yogurt, la ricotta, sal, pimienta y aceite de oliva. Tritura hasta obtener una mezcla cremosa y homogénea. Mezcla sobre la pasta y sirve con pan rallado tostado o croutons.