Tartar de patilla
Cuando estaba estudiando en Nueva York abrieron un restaurancito en Brooklyn que se convirtió en uno favorito. No sólo mío, Olmsted se popularizó rápidamente por su buena y elevada comida a costos de restaurante de vecindario, que llaman. Lo conocí con mi mamá y mi padrastro y aunque volví un par de veces más, esa fue la primera vez que probé tantas cosas sencillas pero tan distintas que marcaron mi memoria. Una de esas cosas fue el sushi de patilla. Una suerte de nigiri pero que en vez de arroz tenía un taco de patilla sobre el que reposaba el pescado, con una rueda de limón preservado del grosor de una hojita, sobre jugo de limón y aceite de cilantro. Muchas veces dije que lo iba a tratar de replicar, aunque hasta ahora no me he atrevido. Pero hace un tiempo vi una receta muy interesante en 101Cookbooks: un poké de patilla. Al verla supe que debía funcionar con la referencia que tenía del sushi, así que decidí transformarlo en un tartar con los sabores que probé aquella vez en Olmsted. Es muy fácil, rápido, fresco y ligero. Perfecto para días de mucho calor, para sorprender con una entrada distinta e incluso para merendar. Para mantenerla vegana, omitan las hojuelas de bonito.
Tartar de patilla
Inspirada en 101Cookbooks y Olmsted - Para 2 personas
Ingredientes:
2 tazas de patilla sin semillas picada en cubitos
1 cucharada de aceite de ajonjolí
2 cucharadas de salsa de soya
1 cucharada de jugo de naranja
¼ cucharadita de jengibre fresco rallado
1 pizca de sal
Para servir:
Semillas de ajonjolí negro
Jugo de limón
Aceite de cilantro
Hojuelas de bonito
Cebollín
Preparación:
Pica la patilla en cubitos y colócala sobre un colador para que bote el exceso de agua mientras preparas la salsa.
En un bowl pequeño mezcla el aceite de ajonjolí, salsa de soya, jugo de naranja, jengibre y sal. Mezcla bien.
Lleva la patilla a un bowl mediano y vierte la salsa por encima. Mezcla bien y deja marinar por una hora para que la patilla absorba todos los sabores.
Sirve el tartar con ajonjolí negro y opcional jugo de limón, aceite de cilantro, hojuelas de bonito y cebollín. Para mantener el plato vegano, omite las hojuelas de bonito.