Mermelada de albaricoque y miso
La última receta de esta mini serie explicativa sobre el miso es una mermelada de albaricoques con miso blanco. Es la más inesperada y también mi favorita de las que compartí. El miso incorporado a postres es muy interesante. No lo percibes de manera obvia, pero el postre no sería lo mismo sin él allí. La primera vez que lo probé fue en un brownie y la última fue en una mermelada de albaricoques de La Madre de Miren, una pequeña marca de conservas española que conseguí en la Quesería Cultivo en Madrid. Como estoy muy lejos para volverla a comprar, decidí preparar mi versión en casa inspirándome en una receta de Bon Appétit, y así mostrarles lo versátil que puede ser el miso, especialmente el blanco.
Esta mermelada no sólo es deliciosa sino muy especial. Puedes comerla con panquecas o tostadas francesas, preparar un aderezo con ella, acompañar un pollo rostizado, servir con quesos fuertes o con quesos suaves como el de cabra o comértela como hice yo, con tostada de ricotta batida.
Mermelada de albaricoque y miso
Inspirada en La Madre de Miren y Bon Appétit
Ingredientes:
2 tazas de albaricoques deshidratados (orejones)
¼ taza de vino blanco
¼ taza de jugo de naranja
1 cucharada de jugo de limón
¼ cucharadita de jengibre rallado
¼ cucharadita de pimienta guayabita (allspice)
3 tazas de agua
1 cucharada de miso blanco
Preparación:
En una olla coloca los albaricoques, vino, jugo de naranja y jugo de limón. Deja rehidratar los albaricoques una hora. Agrega el jengibre, pimienta y agua y lleva a un hervor a fuego medio. Una vez comience a hervir, baja el fuego y deja cocinar por 45 minutos a una hora, revolviendo con una paleta de madera y presionando los albaricoques de vez en cuando para ayudarlos a que se deshagan. Añade más agua si fuese necesario o si se empieza a secar muy rápido.
Cinco minutos antes de que esté listo, añade el miso y revuelve muy bien hasta que se haya incorporado por completo a la mermelada. Sin dejarlo hervir, cocina 5 minutos más a fuego muy bajo. Apaga el fuego y deja enfriar por completo. La mermelada está lista cuando tiene una consistencia espesa y puedes ver el fondo de la olla.
