Salsa de pimienta verde
La escuela en donde estudié cocina tenía un curriculum basado en las técnicas clásicas francesas. Aunque hoy en día no es mi estilo de cocina, hay varias recetas que ocupan un lugar especial en mi corazón como el boeuf bourguignon, la codorniz rellena, el consomé clásico, el pescado a la grenobloise, la masa choux y muchas más. Creo que son recetas importantes de tener en tu repertorio, sobre todo si de vez en cuando, como a mí, te gusta volver a lo clásico. Una de esas recetas es la salsa de pimienta verde. Recuerdo que en clase la servíamos con un chuletón de cerdo. Era de mis platos favoritos. Pero esta salsa es tan divina y versátil que también va bien con pollo, pescado, vegetales y , por supuesto, con carne como la serví ayer en mi casa.
Para compartir esta receta y hacerla un poco más accesible a nivel de preparación, hice algunos ajustes. El resultado es igualmente delicioso, cremoso y un tanto adictivo con el pequeño estallido en la boca de los granos de pimienta, a los que la crema les reduce el exceso de picor. Espero que la prueben y la disfruten tanto como yo.
Salsa de pimienta verde
Para alrededor de 2 ½ tazas de salsa
Ingredientes:
¼ taza de vino tinto o brandy
½ cebolla picadita muy pequeña
2 cucharadas de estragón fresco picadito
30g de pimienta verde fresca encurtida
100g de caldo de carne o pollo
250g de crema de leche a temperatura ambiente
Sal al gusto
Preparación:
En una sartén caliente (puede ser la misma en donde hayas cocinado la carne, cerdo o pollo) añade 1 cucharada de aceite de oliva o de mantequilla seguida de la cebolla. Sofríe hasta que la cebolla esté traslúcida. Desglasa con el vino y mezcla bien, raspando el fondo de la sartén con una paleta de madera para despegar todo el sabor que haya quedado de la proteína. Añade la pimienta verde seguida del caldo de carne o pollo. Deja cocinar por 5 minutos a fuego alto hasta que el caldo se haya reducido. Baja el fuego a medio y añade la crema de leche. Mezcla todo bien y cocina por 4 minutos más, o hasta que la salsa esté espesa. Sazona con sal al gusto. Mezcla bien y apaga el fuego. Puedes utilizarla inmediatamente o dejarla enfriar y guardarla en la nevera hasta por 4 días.
